Cultura

Poemas | Erika Ochoa

Muere la mudez

 

Nace un áspero cristal en los ojos abiertos 

Cuando en las manos muere una orquídea, 

Desnuda, por la belleza excusable.

 

Muere la mudez, cuando un recio ruido

Aniquila con hierros, los hierros de los tórax

 

Y se balbucea en el aire fatigado 

Y se escupe el vino colorado de una fiesta

Que no se quiere recordar

 

Muere la mudez cuando la vida empalma

En la arena un cadáver tosco y amoratado.

Mientras aúllan angelicales trompetas.

 

Muere cuando en el calor de la costilla fracturada 

No nace la promesa de un otro.

***

 

Se hizo día

 

Está la sonoridad de su cuerpo bondadoso

Sacrificado

Con la mano atornillada al papel

Con la tosca frente en lo alto

Y los pies entumecidos

 

Está buscando sus ojos madereros

En el parque de los juegos

Donde ya no se respira

 

Mientras sus pies hacen sonar el piso

Mantiene la herida expuesta

Y escucha el rugido del tornillo

Que le susurra palabras dulces

Dulces palabras de oración

 

Y sus uñas lloran

Y alimentan los febreros,

Los carnavales de lodo

Y preparan la fiesta, 

De la que no tendrán invitación

 

La penumbra exprime su voz

Hasta convertirla en hilo

Hilo frágil que termina en crujido

 

Por fin

Las manos hallan los maderos de sus ojos

Y todo vuelve a ser cuerpo

Se hizo día.

***

 

Nos asfixiaron

 

El dolor pudo más que la hierba 

Triturada a mis rodillas

Y mis uñas sudadas de tierra

Y al cuero fatigante que a mis pulmones 

Le recordaron al cuerpo que era mío

 

Se quemó mi torso

 

Los animales de corral me miraron con recelo

 

Escupí aullidos simultáneos 

Y las arrugas turbiaron mi rostro

 

(Los animales de corral me miraron con recelo)

 

Era un grumo de arena más

En la suela de un pueblo

 

Y tú una gota de aliento

Que en la misma te consumías.

***

 

En una calle de Lima

 

Deleite de espárragos trasnochados

Por la humedad de los nubarrones 

En el centro del volcán me imprimió sus colmillos 

 

Ebulleron cristales santos 

Escamas vulnerables 

 

En búsqueda de roja estrella

A tu guiño me desparpajo libre 

 

El avispado colibrí en tu boca

Entre nuestras calles de Lima picotea

Mira que alas tan brillantes quieren saltar de mis dedos

Para besar tu rostro

Y llevarnos al festival

De las ruedas

 

La abstinencia de robusto circuito 

De polifonía

Me llama al comedor 

Preambular de cortejo 

 

Que me dejen los estómagos cocidos

Y burbujeante la gradiente biliar  

Si hace falta

Si hace falta

Que me extraigan las cuerdas vocales

Y exijan su afinada pleitesía

 

Que a las carrozas hervidas 

Que apresuran en mi pecho

No les hacen falta calzadas de esqueleto

(Solo tú)

***

 

La belleza

 

La belleza madreselva madeja entre albores

Espera delicada el atisbo de las iguanas 

Saltarinas

Sus cantares nupciales agitan los toyos

Y los colibrís

La belleza que habita en las aldeas mágicas

 

Hadas, duendes mitifican su estructura

 

Los zapallos burladores reniegan de ella

No han conocido más que liquido de granadilla

 

La perezosa belleza me cuenta que habita muñecas

Y festeja por la noche no besar humanos

 

Sus pétalos a los dedos fiel reposo

Mas no existe más para mi ser

 

La belleza muda resguarda la alianza del deseo

Y no existe más que en madrugadas de playa

Se transforma en mariposas pirómanas

Hasta desaparecer en cenit del cielo

 

De todas ellas me enamoré

Con sus sinfines cuentas y mis errores muchos.

***

 

Me miró

 

Me miró, 

reteniendo mi futuro

Con sus llantas en forma de pirámide

 

Me cautivó por sus ventanas altas

Que aguardaban ojos ensombrecidos

 

Esperé las dos horas de viaje 

En medio del metro

Sostenida de la valla 

De cartón

Que ha sostenido 

Mil manos

 

Esperé entre asientos

Apáticos

Y gironés de pintura

 

Entre fragmento de besos

Infestados por libros

 

Tan solo

Me moví ante el corte

Que hacían sus ruedas

Sobre el asfalto 

 

Para luego dormir 

Dejándome guiar

***

 

Ella

 

Ella estaba escapando de su casa

De las maderas torcidas para ser fogata

Y de los cuerpos

 

Pero la navidad era tan fiera tan fuerte

Que se deshacía en su lengua lustrosa

 

Y el vino y el pan era tan adictivo 

Que empezó a cumplir la ley del miedo

 

Las luciérnagas cinematográficas

Tan fogosas se mostraban,

Que se enredó en sus luces caras

 

Y a pesar de saber que ese cuerpo

Iba a cegarla y ella cedería

Cedería 

Se encarriló

 

Y lloró, lloró como cuando de adolescente 

Descubres las ollas hambrientas 

Que dejan sin dulces la niñes

Y con abstinencia la adultez 

Y no pudo esperar más

***

 

SAT

 

Suave lirio blanco

Entre mis dedos

Suave bruma de células 

En mi flameada arena

 

Y la antorcha de manos unidas

 

Mi labial quemado entre tu cuello

Solo es un remedo nato 

De las uñas que se tensan

En sat de vuelo de mariposas 

Enjaulado 

En un fósforo musical

Que se incendia

Y las libera

En llameante florecer

Que me calcina

Y humedece

La voz

***

Quiere dormir

 

Quiere dormir

Pero la firmeza resiste 

A pesar de 

 

Quiere dormir

Pero la firmeza resiste 

Es que su cuerpo ya no es suyo

 

No es suyo

 

(Otro lo mira pensando en grandeza

Y en la belleza de la piel)

 

Es la celeste promesa de que

El cielo existe

Y es para sus almas

Almas gloriosas 

Que reservan los domingos 

Para purificarse

 

(Otro pierde como se extingue la piedad

Y vomita la vida, la vida terrenal 

Que se desborda de los huesos

Como la muerte se desborda de la vida.

Y no despertará porque la promesa

No es para gente como él

Y él lo sabe)


Erika Nanny Ochoa Ccalla (Perú, 2003) es escritora, principalmente de poesía. Ha participado en proyectos de creación literaria en la I. E. Fe y Alegría 17. Además de la escritura, le gusta declamar poesía y pasar su tiempo en el teatro, ya sea como público o en escena. Actualmente, estudia Literatura en la UNMSM y difunde creaciones poéticas propias y de otros escritores. Puede contactarla en ochoaerikan@gmail.com

 

 

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